Guardeses

Publicado en Diario de Noticias de Álava el miércoles 23 de nero de 2019

A veces lo que hacemos resulta ser contrario a lo que decimos querer hacer. Nos preocupa la macrocefalia que sufre Álava y, de facto, de lunes a viernes, la potenciamos. Tratamos al territorio que nos rodea como a un parque al servicio de Vitoria y a sus habitantes como a guardeses.

Bonita palabra guardés. Al oírla pensamos en Paco Rabal y su Milana, en cortijos y hasta en La Escopeta Nacional, con Saza y Berlanga. Pero a fin de cuentas, ¡qué más darán ferias y eventos que bailes y monterías!

El territorio se despuebla. Pero lo mismo es porque a nadie le gusta que le traten de guardés de finca ajena cuando vive en tierra propia.

Pensamos en la tierra que nos rodea como un sitio donde ver campos y piedras, coger hongos y setas y hasta participar como espectadores en festejos populares. No pensamos que la gente que vive ahí no quiere ser un maniquí en un escaparate. Que quiere más tener columpios para sus hijos que parques temáticos para los de sus visitantes. Que le hacen mas falta colegios que colonias de verano; tiendas donde comprar lo básico más que boutiques para gourmets; que prefiere un móvil con cobertura a ser protagonista de una App a la que no puede acceder desde su pueblo, y si de trasporte hablamos, que prefiere que le den servicio a diario a ver los fines de semana los aparcamientos llenos de autobuses.

Sé y me consta que las instituciones hacen estudios y destinan medios. Pero mientras no dejemos de pensar en Araba como en nuestra finca de recreo y en los que la habitan como guardeses encargados de mantenerla, mal vamos, y a los detalles me remito.

De todo ese fantástico diseño de mega estación soterrada que estamos viendo, ¿Cuál es el espacio que destinamos a nuestros “guardeses”? Pues sí, ese rinconcito de una vía a la derecha de las plataformas de los AVES que no pararán ni en Manzanos ni en Asparrena. Detalles.

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