Oxímoron

Publicado en el Diario de Noticias de Álava el miércoles 11 de diciembre de 2018

Hay palabras bonitas que de vez en cuando me gusta recordar, por ejemplo oxímoron, así con acento en la i. Se trata de una figura retórica que consiste en combinar dos palabras de significado opuesto que al juntarse originan un nuevo significado. Por ejemplo juntamos en Vitoria temporal y permanente y nos salen carpas. La carpa, ese elemento temporal que aquí hemos convertido en permanente sin perder su esencia temporal. Y así vemos cómo sobre los mismos espacios coinciden y se saludan en el mismo día los que montan las que sustituyen a las que se desmontan. Pasamos del vino a los juguetes, del queso a los pendientes, de Melies al tren chuchú y del tren a los patines, y todo sobre el mismo suelo. Con los escenarios nos pasa algo parecido. Entre carnavales, fiestas, festivales y demás eventos los pobres escenarios desmontables ya ni saben dónde está su almacén. Vamos, que para ser algo transitorio y excepcional, hay que ver la cantidad de días al año que tenemos el centro de la ciudad hecho un monumento al mecanotubo. Y le da uno por pensar que si tan permanente es lo temporal lo mismo había que darle una pensada y ofertar unas infraestrucutras más estables y hasta vistosas para estas actividades extraordinarias tan frecuentes. Porque volviendo al oxímoron ese del acento en la i, en Vitoria también sabemos hacer eterno lo provisional, que ahí está el edificio que se hizo en plan provisional para ser estación de autobuses y que tras 22 años de uso lleva otros tres o más de parque infantil y acabará viendo como los niños que ahora juegan pasean jubilados por su interior. Yo la verdad es que en fechas como estas echo de menos para estos usos espacios o edificios que tuvimos como el de la vieja plaza de abastos, y hasta el viejo convento de San Francisco, pero bueno, de lo de la afición por el derribo ya hablaremos otro día.