Dave Holland con Kenny Barron. Y luego otro

Cuarta de Abono. Viernes 15. 21:00. Polideportivo de Mendizorroza. Dave Holland, contrabajo y Kenny Barron, piano. En la segunda parte Jamie Cullum, piano y voz; Chris Hill, bajo; Brad WEb, batería; Tom Richards, Saxo teclados y percusión; Rory Simmons, trompeta.

Un día como hoy, recordando una noche como ayer, he dejado sonar mientras escribo Rain, del disco The Art of conversation que firman a duo, como ayer, Dave Holland y Kenny Barron. No creo exagerar si digo que la interpretación de ese tema fue el mejor momento del mejor concierto que hasta el momento hemos disfrutado en esta cuarenta edicion del festival. Fue, el protagonizado por el duo, todo un compendio de buen Jazz. Música para gozar en silencio y dejarse llevar. Da igual la luz del ambiente, da igual los nervios de los impaciente. estoy por hacerme una camiseta con la imagen de ambos y acompañarla con el slogan: Keep calm and Relaxing Jazz of café con leche. Kenny Barron es un pianista elegante y hasta sabio, y Dave Holland es a fecha de hoy uno de los mejores, si no el mejor, contrabajista de Jazz en activo. Si el Jazz fuese como el ciclismo y yo fuese el propietario del Sky Jazz Team, Dave Holland sería un fichaje por el que pagaría lo que fuese menester.

Fue, mientras duró la primera parte, una guinda a la altura de lo que uno se espera de la cuarenta edición de un festival cuya lista de nombres a lo largo de todos estos años parece el índice onomástico de La Historia del Jazz de Ted Gioia. Luego ya pasamos de la repostería delicada y hecha a mano a la bollería industrial.

Un despropósito. Lo de Jamie Cullum fue un despropósito. Por narrarlo brevemente me voy a permitir la licencia de compartir unos twits que publiqué antes, durante y después de la actuación de Cullum:

(Antes) Disfrutando de la calma con chicha antes de que llegue la tempestad con cullum 🙂

(Durante) Por problemas técnicos interrumpimos el festival de jazz de vitoria hasta mañana, mientras tanto les dejamos con jamie cullum

(Durante) Vaya coñazo el bebé asaltacunas. Todavia el flamenco, no siendo jazz era bueno, pero este en el fib o en el bbk es de los que tocan a las 5

(Después) Hasta hoy dudaba entre paul anka y miguel poveda como top one de despropósitos en un cartel de jazz, hoy cullum les ha superado.

Creo que queda claro. Aquel enfant terrible del Jazz al que saqué la cara en 2005 volvió igual de terrible aunque un poco menos enfant en 2011. Por el camino se había ido dejando lo del Jazz, aunque aún le quedaban resquicios en las versiones de standars que acariciaba con su voz. En este 2016, de Jazz le queda poco o nada. Fue un concierto de Pop, y no de los mejores que he visto. En el Azkena le hubiesen tirado al río y en festivales más poppis, como el FIB, sería de los grupos de relleno de las tardes. Eso sí, su público entregado. “La gente disfruta” me decía mi vecina de butaca de todos los años, y yo le replicaba: “Sí, como disfruta la gente que va a ver a Melendi, a Enrique Iglesias o a Alejandro Sanz, pero esto era un Festival de Jazz”. Una pena, ciertamente, porque su voz y sus manos, en otras manos que dirigiesen su carrera, podrían haber sido una referencia en el hoy y mañana del Jazz. Pero no. Muchos palos y todos de ciego.

Eso sí, el placer de haber asistido a un concierto como el de Holland y Barron no me lo quita nadie. Miquel Jurado, que firma el texto sobre Cullum en el programa oficial, termina diciendo “Doble contra sencillo a que volveremos a exclamar aquello de ¡Yo estuve allí!” y yo lo diré, efectivamente, por duplicado. Con cara de orgullo por la primera parte, con un gesto distinto la segunda.

 

 

 

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