El chico de la trompeta. Baker, Dorothy

Tí­tulo: El chico de la trompeta
Autor: Baker, Dorothy
Origen: EE.UU, años 30 siglo XX
Edición: Contraseña, Zaragoza 2013
ISBN: 978-84-940903-2-5
Adquisición: No es una adquisición, sino un préstamo. A mi padre se lo regaló Xabier, el catalán que nos visita todos los años, como el almendro, pro el festival de Jazz, y mi padre una vez leido me lo pasó con buenas referencias.
Mi referencia : no tiene, no ficho los lobros ajenos :-).

Comentario: El chico de la trompeta es una buena lectura. No es un libro de Jazz, pero para disfrutarlo hay que ser capaz de disfrutar el Jazz. Bueno, tampoco es imprescindible que sea el Jazz en concreto. Quizás vale con ser capaz de entender la pasión con que la creación atrapa al que crea, las tendencias a veces necesariamente autodestructivas del que se embarca en la singladura urgente de crear sin parar. Sea lo que sea. Un viaje sin retorno.

El chico de la trompeta es uan biografía. Especialmente tensa literariamente hablando en sus primeras cincuenta o sesneta páginas. Y luego intensa. Está escrita en los 30, y habla de la música de aquellos pioneros como podría hacerlo de la de pioneros más cercanos. Habla de música. Y de estribillos, y de solos, de armonías y compases, pero no hace falta oirlos ni tan siquiera comprenderlos. El chico de la trompeta es la historia de un destino en el que las amistades escasean, es la historia de un ascenso y una caida, la de un chico que llega sin oxígeno a una cima en la que se ahoga.

No es un texto con florituras, pero tampoco es áspero. Tiene ese toque de desprendido narrar de los buenos relatos, en los que la intensidad está más en lo que ocurre que en la forma de contarlo.

Y además, enseña de Jazz, y de lo que era la sociedad de los 30 americanos, de los blancos y los negros, de los colores que se pierden cuando se cierran los ojos y se abren los oidos, y entonces lo único en lo que se distingue lo negro de lo blanco es en la duración de las notas, en su tempo. Es una historia de amistad donde el amor no existe como cosa de a dos, como algo presente en las relaciones interhumanas. Amor por el instrumento y lo que expresa, y amistad como una extensión de la camaradería.

Es la vida que se inspira en la vida de un chico de la trompeta que si existió, auqneu no fuese conocido, o no tan conocido, Bix Beiderbecke. Una lectura aconsejable sentado en un sofá, con un bourbon delante y un par de altavoces detrás.

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