Una de las grandes mentiras del capitalismo, digo una porque hay muchas, es aquella que habla del espiritu aventurero del capital y de su afición al riesgo innovador en busca del progreso. ERROR. El capital no busca el progreso ni la innovación. Al capital no le gusta el riesgo. Al capital lo que le gusta es el beneficio y a poder ser con el menor esfuerzo posible. Desde ese punto de vista el cambio, cualquier cambio, implica un esfuerzo. Al capital, como acabamos de decir, no le gusta esforzarse ni arriesgar, lo que le gusta es ganar. Así que el único cambio que le gusta al capital es el de divisas y sólo cuando le permite especular sin moverse de su silla.
El capital, eso sí, no es tonto en absoluto, y fagocita todo lo que le permite maximizar su beneficio. Lo fagocita y se apropia de ello cuando ya está probado y no es arriesgado, eso sí. Porque, y hasta eso lo han copiado, si un eslogan caracteriza al capital ese no es otro que el que fusilaron a Unamuno… que inventen ellos, y si funciona y más aún, si es rentable, ya ganaremos nosotros. El capital no arriesga, gana. Y la crisis que estamos pasando ahora nosotros para que ellos ganen lo está dejando más claro que nunca. Después de ganar los bancos millones con nuestras ilusiones, pagamos entre todos su desastre y hasta les perdonamos los impuestos para que, una vez corregidos los nefastos efectos del riesgo, puedan volver a ganar de forma segura y a cientos. Con las empresas hacemos lo mismo y hasta con los agricultores. Si la cosecha es excelente no reparten botellas gratis, o bolsas de harina o fresas y manzanas. Pero si hay un desastre entonces tenemos que salir a ayudarles.
La independencia es mala, porque es un cambio, protestan los de los guisquis y los del cava, pero si se produce y resulta que no es tan mala, que no lo será, verás que pronto se adaptan y siguen ganando a cientos.
El capital no deja nunca propinas, quiere siempre el cambio exacto, y si tiene una ilusión no es otra que esperar tu equivocación al darle las vueltas, siempre que des de más claro, en cuyo caso callará con la misma fuerza con la que gritará si le das de menos…
Para avanzar hay que cambiar al que impide los cambios y el capital es conservador por esencia.
Leave a Comment