El fin del verano

En la ciudad donde vivo, Vitoria – Gasteiz, el fin del verano tiene fecha. Y no deja de ser curioso que haya fecha de fin del verano en una ciudad donde a menudo casi ni empieza. No es fija ni ocurre en el mismo día cada año. Dependemos de ver cuando cae la Virgen de Septiembre (el 8 de septiembre cuando en realidad se celebra la fecha de su Natividad) para esperar al lunes siguiente. En ciudad con tanto convento y seminario no podía ser menos. La Romería de Olárizu, visita de mojones incluida, se celebra el primer lunes después de la virgen de Septiembre.

El verano se termina, empieza el curso y las vacaciones dejan paso a las no vacaciones. Antes esto último equivalía al trabajo, ahora para cada vez más ciudadanos a lo que equivale es al no trabajo pero sin piscina. Los concejales se ponen las botas y se echan al monte. Pero ni engordan ni se hacen revolucionarios. Se dedican a visitar mojones y asegurarse de que el municipio que gobiernan sigue teniendo límites. Uno les ve tan contentos certificando que el municipio no ha sido menguado en su extensión que piensa que más bien deberían estar ocupados en perseguir que sus límites se engrandezcan en ilusión. Caminan juntos, almuerzan juntos, se ríen juntos, y juntos discuten de lo suyo, que en realidad es lo nuestro.

Pero no son los únicos que se ponen las botas. Los ciudadanos en masa de jubilados acuden prestos a componer colas en las campas. Lejos queda Essau y su plato de lentejas. Lejos y hasta pequeño si lo comparamos con la voracidad de estos jubilados en espera de sus alubias gratuitas. Hace años era tradición no depender de la cuchara ajena y llevarse el propio avituallamiento para comerlo a la sombra de los árboles o al calor de los soles agonizantes de septiembre.

Pero es lo que tienen las tradiciones de toda la vida, que la vida a la que se refieren es más la de los hombres que la de la historia, y cambian como se suceden las generaciones, y quedan los nombres y un lamento constante que es lo único y más seguro que pasa de una generación a otra… fiestas las de antes, las de toda la vida, no estas de ahora…

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