¡Animal!

Publicado en Diario de Noticias de Álava el 14 de mayo de 2013

Hace años se usaba esta locución con naturalidad para dirigirse a alguien que acababa de hacer una burrada. Uy, se me ha escapado. Me refería a esas acciones, expresiones o conductas que ponen en duda la pertenencia de la persona humana que las suscribe al universo de las especies vegetales o animales. Porque los animales, igual que las plantas, son buenos y buenas por naturaleza. No como las personas humanas, que no lo somos porque no somos ni animales, ni plantas, ni tan siquiera minerales.

Por eso es de alabar que llamarle a alguien “animal” haya cambiado radicalmente de sentido. Hasta la Academia de la Lengua ha enmendado la definición del término para que no se pueda usar, por ejmplo, para definir a “personas de comportamiento instintivo, ignorantes y groseras”. Ni siquiera mexicanos o peruanos podrán seguir usándola para decir “bicho o sabandija”. ¡Faltaría más!

En Vitoria-Gasteiz, municipio siempre dispuesto a encabezar los grandes debates planetarios, no nos hemos quedado atrás. En nuestro municipio quedan prohibidos los espectáculos en los que participen “animales domesticados o salvajes en cautividad”. Eso sí, no hemos preguntado a leones, tigres y serpientes si estaban a gusto con su trabajo. No nos preocupa que, sin utilidad alguna, acaben en Lanbide o en el mostrador de la carnicería. Los hemos salvado sin saber si querían ser salvados en vez de preocuparnos por su estatus laboral como profesionales. Porque somos muy modernos y muy correctos. Porque nos molesta ver al tigre pasando por el aro y darnos cuenta de que eso mismo es lo que hacemos nosotros cada día. Por eso y por muchas otras cosas, lamento que la RAE me impida clamar orgulloso que en Vitoria nos gobiernan animales, porque con la enmienda ya no puedo usarlo con personas que destacan extraordinariamente, entre otras cosas, por su saber e inteligencia.

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