Cuatro bodas y un funeral

Publicado en Diario de Noticias de ílava el 8 de noviembre de 2011

Mientras los súbditos del reino andan azorados con trascendentes debates electorales en los que uno se siente como quien juega a lo de las siete diferencias, en Vitoria Gasteiz tenemos cosas más importantes de las que hablar. Y no me refiero a que por fin podamos clonarnos con Clooney y andar mirando a ver si nos caen pianos del cielo, ni a que cada vez que cojamos un taxi nos vaya a aparecer un Malkovich cualquiera. El “Grant” debate local está centrado en las bodas, y yo me voy a permitir enriquecerlo con un funeral.

El gobierno municipal anda buscando recursos y como de todos es sabido lo obsequiosos que se ponen los padrinos en las bodas se ha dado cuenta que en tan floreciente industria pillaban todos menos el consistorio. Así­ que no sé si como sonda o como globo ha dejado caer que en lo sucesivo no estarí­a mal que los novios añadiesen el arra 14 y se dejasen 150 eurillos con que pagar flores, luces y funcionarios. Hay a quien le parece bien, a quien mal, y a quien le da igual. A mi me parece mal. Me parece mal que no se cobrase antes, y me parece mal si lo pongo en relación con otros servicios municipales, como por ejemplo, un entierro.

Para casarte, cosa que comenté en cierta ocasión que la gente hace a menudo varias veces a lo largo de su vida, te ponen alfombra, te bailan aurreskus, te encienden la araña de la escalera y la del salón, te ponen flores y banderas y si se tercia se pone corbata hasta Antxon. Antes no pagabas nada y ahora 150. Todos tan felices y a por otra. Los maestros de ceremonias y a menudo los contrayentes también.

Pero vas, tienes la feliz idea de morirte y llegas al cementerio. Nada de alfombras ni de arañas, si acaso alguna lagartija. Las flores y las bandas las llevas tú mismo en la corona. Para recibirte ni dantzaris ni txistularis, solo un capellán megáfono en ristre que viene cabalgando en su land rover. De corbatas ni rastro y de trajes ni hablar. Ropa de trabajo, chubasquero y paleta. Eso sí­, a falta de saber como queda para el 2012, en 2011 pagas, si no me equivoco, 223,43.

Claro que todo el mundo sabe que los muertos no vuelven a morirse y por eso no hay que dejar la oportunidad de emitir el último recibo al ya excontribuyente. Y menos mal”¦ porque si enterrarte es caro desenterrarte ya ni digamos. Se te pone la broma por encima de los 600. Visto lo visto, entre morirse y casarse en Vitoria la elección la tenemos clara: casarse queda más lucido y sale más barato salvo que lo repitas con frecuencia.

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