Juntas pero revueltas

Bajan revueltas las aguas de las Juntas Generales y apenas llevan un par de horas de estar juntas.

El resumen de los hechos así­ en plan ingénuo es sencillo.

Ayer se constituí­a la mesa. Habí­a que elegir a un presidente, a dos vicepresidentes (el primero y el segundo) y a dos secretarios (el primero y el segundo). Eso se hace en tres votaciones. En la primera cada uno escribe el nombre del que quiere que sea presidente en un papel, y el que más saca sale presidente. En la segunda cada uno escribe el nombre que quiere y el que más saca sale vicepresidente primero y el segundo vicepresidente segundo. En la tercera se hace algo parecido con los secretarios.

El resumen de los hechos así­ en plan menos ingenuo es un poco más complejo.

En las lógicas negociaciones para su composición hay un discurso formal. Es ese que habla de que todos los grupos estén representados, del reflejo de la pluralidad, del respeto o no a la proporcionalidad entre el número de votos y el rango en la mesa, etc. Incluso puede intuirse que se habla de esta votación como un entrenamiento para otras más cruciales, bien sea como sinónimo (se prueban las alianzas que devendrán gobernantes) bien como antónimo (se consuela a los perdedores en las buenas con el premio en las menos buenas)

En las lógicas necociaciones bajo cuerda acostumbra a haber motivos menos edificantes relacionados a menudo con otros asuntos, y vinculados a lo que prodrí­amos llamar intercambio de favores, cambio de cromos o cuestiones de í­ndole logí­stico por llamar más o menos finamente al asunto de los dineros y los puestos de trabajo.

El caso es que en este caso las cosas no han respondido al esquema prediseñado, o si. No se yo si lo sabremos, porque se dan una serie de supuestos de los que invitan a pensar aquello que hací­a exclamar al espí­a, contraespí­a y contracontraespí­a aquello de: “ya no se ni si soy de los nuestros”.

No pretendo dar o quitar razones, ni intento saber quien dice la verdad, ni tan siquiera aspiro a saber cual es la verdad. Me voy a mover simplemente en el terreno del análisis de los supuestos, de los más perversos a los más humanos.

Supongamos que en efecto EB ha pactado con los dos que dicen haber pactado con EB, y que ninguno de los tres se ha enterado. Pues ya son listos, ya. Pero habida cuenta de que la carrera no ha hecho más que empezar, y que esto es poco más que un sprint especial, una meta volante, un premio menor en la general por equipos, bien podrí­a interpretarse como una llamada de atención a los que finalmente ganarán la carrera. Es algo así­ como venir a decir… que si me vas a necesitar en el último puerto, no me puedes dejar sin bolsa de avituallamiento ni ignorarme a cola de pelotón suponiendo que eres inevitablemente mi único aliado posible. Y para demostrártelo dejo que echeis solos el sprint, y para los puntos lanzo a otro de tus contrarios. Pueda ser. En polí­tica todo es posible, es todo cuestión de táctica y estrategia. Al que hace falta hay que quererle bien, porque si no puede coger sus flores y dejarlas en la mata o dárselas a otros. Como queda tiempo por delante, pues lo dicho, esto con unos mimos se arregla. De la mútua confiaza y esas cosas que se dicen en el discurso formal casi no hablamos, y menos levantar la mano, no sea que a todos se les vea el cuchillo que llevan en el antebrazo.

Supongamos que ha existido efectivamente un fallo humano. Siendo sinceros, y analizada la cuestión y los ví­deos disponibles, uno tiene la sensación que, de haberse dado, hay una persona que tiene todas las papeletas. Bueno, tiene la papeleta en la que escribió un nombre que bien podrí­a ser el de la madre de todas las polémicas. No era la playa en la que alguien escribió tu nombre Marí­a Isabel, sino posiblemente aquella otra en la que buscaba el sol Eva Marí­a. Puede que se haya confundido cualquier otro, de forma oculta y taimada, pero sabiendo como se vigila la gente en los escaños, me da a mi que es más fácil sacar una chuleta en selectividad.

Ahora bien, como una vez producida la sorpresa, y en un mundo en el que las buenas intenciones se dan por desterradas y las suspicacias priman frente a las confianzas, ¿quién se va a creer que ha sido sin querer? Pues posiblemente ni uno mismo. Y aún si así­ fuera, que más da. Lo más fácil es usarlo. En ese caso el pacto que uno afirma y otro niega podrí­a incluso ser también un clavo ardiente al que fiar la única táctica posible para avanzar el la estrategia de sacar a Aguirre de su despacho. El PSE sabe que la única posibilidad de gobernar la Dipu con el PP pasa por dinamitar los puentes que puedan construirse entre PNV, Bildu y EB, y que mejor que sembrar pactos tracioneros y adornarlos con las más flagrantes deslealtades. EB, en este caso, se queda en la reja observando como los novios se cosen a navajazos en la calle, eso sí­, habiendo dejado antes el sombrero, la capa y la cartera en el alfeizar de su ventana. ¿Está bien hecho? no lo sé. Pero en petit comité seguro más de uno pinesa… ¡que jugada! y lamenta que no se le haya ocurrido a él mientras sigue dudando si es una jugada planeada o encontrada.

Lo único cierto es que Juantxo Zárate seguirá cuatro años más presidiendo las Juntas Generales de ílava. Estoy seguro de que eso le hace felí­z. Tengo la impresión de que es un cargo que le gusta, y me da además la impresión de que él le gusta al cargo. En lo polí­tico no sé hasta que punto tiene capacidad de maniobra el cargo, espero en todo caso que la tenga más en lo polí­tico que en lo partidario, pero en lo institucional, y hasta en lo cultural, histórico, cientí­fico y social que representa o puede representar no creo que sea una mala elección. Y lo digo, lógicamente,  como “Amigo”, no como leal y convencido adversario en lo polí­tico.

Lo dicho, ahora a esperar a ver como termina la carrera.

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