Green Capital

La Verde Gasteiz (V-G) camina con paso firme rumbo a la meta ansiada, ser la capital verde europea, lo que nos convertirá en una ciudad subvencionada por Heineken o en un destino mundial del turismo sexual, o hasta en la sede mundial de las celebraciones en honor a San Patricio. Para afianzar estos pasos hemos mandado a Bruselas a nuestros portavoces todos que por fin se han puesto de acuerdo en subirse juntos al avión. Posiblemente hayan compartido también mesa y mantel, y todo indica que hasta hotel. En habitaciones individuales eso sí­, supongo. Porque puestos a suponer uno se supone que aquello de que la polí­tica hace extraños compañeros de cama es algo figurado, no literal.

Frente a unos sesudos examinadores han expuesto los méritos que una capital como esta tiene en aquello de lo ambiental. Cosa curiosa cuanto todo el mundo dice que en Vitoria – Gasteiz, la Verde Gasteiz, lo que no hay precisamente es eso, ambiente. Han contestado preguntas densas, han puesto cara de buenos, se han sacado unas fotos de grupo y han vuelto ilusionados e ilusionantes.

Ya que no tenemos la roja, ni la rojiblanca; ya que no subimos a primera; ya que somos los únicos que nos vamos a  pagar del bolsillo el auditorio y el viaje a Bilbao para ver ópera; ya que nunca tendremos una bandera azul en nuestras playas vitorianas porque no tenemos mar y a lo más que aspiramos es a un puerto seco y a declarar parque natural el de Vitoria y el de Zaldiaran; ya que nunca nos pondrán un Guggenheim en el campillo ni un Kursal a orillas del Zadorra; ya que para lo de Tecnalia por ejemplo ni contamos; ya que no tenemos bolsa ni iberdrola; ya que no es lo mismo encierros que paseillos; ya que no podemos invitar Hemingway a la Blanca ni a Olarizu… seremos cuando menos la más verde de las vascas capitales.

¿Lo seremos? A mi esto me suena a las olimpiadas de Madrid, a la sede del acelerador de partí­culas o lo que sea que se hizo el sueco, a tantos y tantos ilusionantes empeños que acaban en sollozos y desengaños. Vamos, que es parecido a lo de los reyes magos, el olentzero o las expectativas de ascenso o copa de la liga. Ya sé que es necesario. Ya sé que estoy cayendo en aquello de ponerse la venda antes de la herida, pero a mi me da que a veces hay que ser más egoí­sta y pensar más bien en nosotros mismos, y seguir haciendo una ciudad más habitable, y empezar a pensar en nuestro entorno más cercano, nuestros pueblos, nuestros montes, nuestros campos, que también son municipio, y pensar que más vale una municipio sustenible, o sea que nos sustente que uno que tengamos que sostener para mayor gloria mundial.

Vamos que, en resumen, nosotros a lo nuestro, que tampoco lo estamos haciendo tan mal y los premios que nos los den, no que tengamos que ir a buscarlos, porque a la que nos descuidemos tendremos que teorizar sobre la sostenibilidad de los premios, pero eso me lo guardo para mi nueva temporada…

Leave a Comment

Límite de tiempo se agote. Por favor, recargar el CAPTCHA por favor.