Antxon Iriondo in memoriam

antxon_iriondoEl viernes, mientras encargábamos nuestros bocadillos para ir al jazz nos enteramos de la noticia. El amigo Antxon estaba ingresado. El pronóstico era malo. Si no salí­a malo, si salí­a igual hasta peor. Ayer por la mañana mientras oí­a la radio lo que ya no se decir si es malo o peor se confirmó. Hoy por la mañana acompañaremos a Antxon camino del cementerio. La próxima vez que nos juntemos en torno a un buen potaje de alubias su silla estará vací­a. Alguien que no sea él tendrá que traer los puros. Pero nadie pondrá como él poní­a la sonrisa de boca a boca, de cabo a rabo y de principio a fin.

Esa voz de locutor desaprovechado no volverá a sonar, ni las bromas y cariños que repartí­a volverán a circular. Y es que uno siente de forma especial cuando desaparece esa gente a la que uno sólo puede agradecer haber tenido la oportunidad de conocer. Cuando repaso mis años de vida, y repaso mi experiencia en los complejos mundos de la polí­tica, son personas como Antxon las que me convencen de que nunca el tiempo pasado es tiempo perdido. Es gente con la que conectas, con la que te rí­es, con la que siempre te sientes arropado y acogido.

He estado buscando alguna foto con la que ilustrar estas lí­neas. Podí­a haber puesto a Antxon en versión sota de espadas, poniendo cara a la estatua de Follet, camuflado en una figurita del belen, en el tí­mpano del portico de Santa Marí­a de los Reyes o en una orla ficticia o una portada del marca. Puede que hubiese parecido poco serio, pero así­ somos los que somos alegres, sonrientemente serios. Así­ que he optado por una foto más convencional pero que viene a decir lo mismo que las otras, que Antxon era una persona alegre y como tal le recordaremos.

2 comentarios

  • javier vegas dice:

    dos detalles pasado el dí­a de ayer que vienen a ratificar lo que decí­a y vienen a confirmar su bonhomí­a. Uno la masiva asistencia al funeral. Otra el detalle de los firmantes de las esquelas en el Diario de Noticias. Poca gente es, como él, capaz de suscitar cariños y alegrí­as y desterrar rencillas y discusiones.

  • Anónimo dice:

    Sí­,…Antxon ha sido un vasco de raza.., noble, alegre…, cercano. Ningún comentario era desatinado hacia él y desde él, porque con su sentido del humor y buena armoní­a lo hací­a todo fácil y amable. Buena gente…

    Hasta mañana, Antxon; espero que cuando me despierte sigas estando entre mis amigos…

    Nieves Peláez.

Leave a Comment

Límite de tiempo se agote. Por favor, recargar el CAPTCHA por favor.