Y ahora nos toca a nosotros

Hoy han ido los parlamentarios vascos a trabajar. Tení­an que debatir sobre cómo nos afectan (y digo más NOS que LES) los recortes presupuestarios cuyo objetivo fundamental es reducir el deficit de las cuentas públicas. Y ahí­ andan a estas horas corta que te corta, pero eso sí­, para “poner en valor” su función y su misión, como bien dijo que debí­amos hacer el resto la presidenta del asunto cuando se le insinuó una cierta bajada de sueldo, cada uno tiene su propia idea sobre el asunto, y algunos hasta la idea ajena.

Dicen unos, si es para cuestionar la gestión de los nacionalistas vascos y de paso desmontar lo que montaron con trabajo y apoyo de muchos pues de acuerdo. Si es para hacer lo mismo que Zapatero, que es lo que hubiésemos hecho nosotros hace tiempo, pues ya es más relativo, vamos, como que no. Dicen otros, que gobiernan como gobiernan y que representan en términos porcentuales a quienes representan, que hay que ser solidarios, que hay que arrimar todos el hombro, eso sí­, hay que arrimárselo a ellos, porque ellos no se mueven ni un milí­metro. Dicen los que antes gobernaron y que aún hoy gobiernan en muchos de los sitios donde precisamente ha de decidirse el recorte, que nada de nada. Claro, que bien podrí­an estos poner en marcha sus porpias reformas fiscales. Dice el resto que no y que no.

El caso es que al final todo quedará como siempre, buscaremos la forma de ahorrar unos 80 millones de euros y todos tan contentos. algunas grandes fortunas se irán. Digo yo que porque les dejamos. Y mucha miseria se quedará. Es lo que tiene la miseria, o coges una patera o te quedas donde estás. Y si en el colmo de las desgracias, que nunca vienen solas, consigues sobrevivir al viaje y te cogen a la llegada, pues por fin consigues un viaje gratis. Eso sí­ de vuelta a tu miseria que aquí­ ya tenemos miseria y miserables como para exportar.

Yo esto no termino de verlo claro. si nuestros números, los de los vascos me refiero, están más cerca de los de Biarritz que de los de Arnada de Duero, porque tenermos que apretarnos el cinturón. Y alguno dirá… pues que insolidario, y yo contestaré dos cosas para terminar por hoy:

1.- Si los numeros cantan estos además demuestran algo y hacen cuestionable que haya que seguir con la tendencia unitaria del estado. Premiese a los buenos y castí­guese a los malos, en terminos de clase y en términos de gobiernos locales también. Así­ igual conseguimos que alguna vez esas diferencias que los números entonan al uní­sono desaparezcan.

2.- Me hace gracia ese argumento de insolidaridad que se hace desde planteamientos con fronteras. Quiero decir. Me llaman egoista porque no quiero como vasco participar en un recorte que no necesito los mismos que se niegan a extender esos recortes a zonas que tienen incluso más próximas de lo que nosotros estamos de ellos, lease Portugal o incluso Marruecos. Si somos solidarios seamoslo todos, y si no que cada uno cuide de lo suyo, sin imposiciones de vecindad ni falsos internacionalismos que son más bien intranacionalismos forzosos.  Vamos, que es como si el presidente de la comunidad de vecinos nos dice que como tenemos unos vecinos en el portal con serios problemas económicos derivados de su mala gestión, no podemos dar ayuda a vecinos de otros portales y estamos obligados a tragar con los desaguisados de los que comparten con nosotros unicamente la escalera y el número  del portal.

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