Stop

Publicado en Diario de Noticias de ílava el 11 de mayo de 2010

De cuando en vez me sale el marketinista que todos llevamos dentro y me pongo a inventar un eslogan tras otro. Vitoria – Gasteiz me lo pone fácil. Sólo hay que dejarse llevar por las domésticas y bizantinas trifulcas y reducirlas a palabras. Por ejemplo: “Ven y párate”, “Vitoria – Gasteiz, parada obligatoria” o en plan telegráfico “Vitoria STOP Gasteiz”. En la promoción de Mariturri y su fascinante parque temático romano podrí­amos sustituir el SPQR por nuestro STOP y meter entre rejas emblemáticas a quienes osen circular vitalmente a velocidad excesiva, esto es, cualquiera que sea superior a cero.

Nuestro particular código de circulación impide circular hacia delante. Por eso, en cuanto algo se mueve se encuentra rápidamente con una señal de cambio de sentido. Si ignoras la señal encuentras badenes, semáforos, señales de calle cortada, radares y todo lo que haga falta para que el conductor o el habitante hagan caso a la señal totem de la ciudad, la señal roja y blanca como nuestra bandera local, la señal de STOP.

Y es que aquí­ paramos de todo, o casi. Sólo el bueno de Montero nos ha fallado y no consiguió parar el cabezazo de Espadas. En todo caso así­ hemos conseguido paralizar la carrera del Alavés en pos de su ascenso. Y es que tras un principio de temporada acorde a nuestra idiosincrasia el Ocenda este estaba cogiendo una velocidad excesiva. Bueno también hay otra cosa que según parece no podemos parar. La deuda. Pero claro, esto es que viene de lejos, y de siempre nos han enseñado a los vitorianos de siempre que hay que ser celosos de nuestras tradiciones, y si nuestros antecesores endeudaban pues nosotros también, no vayan a mirarnos con cara de extraños o extranjeros.

Por lo demás las cosas siguen como corresponde a nuestra idea fuerza. El tranví­a parado. La modal o intermodal terrada o soterrada también habrí­a que pararla según dicen. El auditorio cuyo primer avance ya paramos deberí­a ser parado ahora por problemas de deuda. Aunque bien pensado, según hemos comentado, ese serí­a el único motivo para no pararlo y dejar que los actuales gobernantes pongan su granito de arena a la deuda que no para. Paramos lo de la Vital, Tres Santos, y Borinbizkarra no lo sé, pero por ahí­ andará, es un decir. Y son tantas las cosas paradas que lo que no entiendo es como salió adelante la demanda de las paradas del bus sin que nadie la parase. Que se le va a hacer. Yo sigo preparando los pins con el STOP para que los podamos lucir, sin prisas, todos los vitorianos.

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