1000 entradas

Todos tenemos algo de pitagóricos, algo de milenaristas, algo de cabalistas incluso. Por eso será que los numeros redondos nos llaman la atención. Por eso o puede también que por economí­a de celebraciones. Si, porque celebramos lo extraordinario y convivimos con lo ordinario. La langosta es buena porque no la comemos a diario, si así­ fuese nos pasarí­a con ella lo que a los millonarios con los huevos fritos, que son toda una novedad, un lujo y un capricho.  Vamos, que como los números redondos son menos frecuentes que los cuadrados, triangulares  y en general angulosos, se ve que para no agotarnos en celebraciones eternas los aprovechamos para las esporádicas.

Viene todo esto a cuenta de que ayer, al hilo de la columna, el contador de entradas de este blog llegó al número mil, así­ como suena, 1000 así­ como se ve, con o sin punto. Que lejos va quedando aquel agosto de 2006 cuando empecé esta aventura. Que lejos en dí­as y en lí­neas, casi mil páginas que son tanto como un libro de esos tan de moda ultimamente. Y aquí­ seguimos, con mayor o menor fortuna, dedicando unos momentos al dí­a a ejercer el noble oficio de fijar pensamientos y documentar sentimientos. Y alguno me preguntará… ¿aburrido? Pues de momento no, para que vamos a engañarnos. ¿sorprendido? Pues a veces si, porque esto de los blogs tiene también sus cosas curiosas, cosas que se ven analizando las estadí­sticas, y viendo la procedencia de las visitas. Uno detecta, por ejemplo, en qué momentos del curso los estudiantes deben escribir sus trabajos y sobre qué. Así­ por ejemplo uno sabe del gran interés que despierta Kandinsky, cuyo resumen del libro es uno de los superhits del blog. O de repente ve como suben las visitas del de Josep Pla, o de los de Arturo Barea. La poesí­a no se queda atrás, como lo demuestra el interés por Maiakowski, pero llama también la atención la curiosidad que despiertan algunos términos, expresiones o vocablos. Desde el otro lado del charco son frecuentes los visitantes que llegan al blog buscando  el término “pretecnológico”. Hay gente también que nos visita buscando información sobre “patadas en los huevos”, apunte escrito al hilo de ciertos incidentes que ocurrieron con los chicos de Basta ya a la puerta de un juzgado.

Veleia es, por supuesto, otro de los grandes focos de interés, y de hecho es uno de los temas sobre los que con frecuencia he escrito y sobre los que deseo seguir escribiendo. Si alguien me pidiese que le dijese un apunte deseado es fácil intuir cual serí­a uno de ellos… Eliseo rehabilitado. Pero bueno, los jueces son más lentos que los blogueros, pero más serios que los pajarracos ya sean de redacción o de departamento.

Mientras tanto seguiré, puede que no todos los dí­as, pero seguro que si bastantes, dejando en este espacio lo que pienso, creciendo con él y hasta incluso ertomando una idea que siempre tuve al hacerlo nacer, y excavar en los archivos de mi vida recuperando viejos escritos, unos publicados y otros no de forma que al final acabe mi blog sabiendo de mi más que yo mismo… es lo que tiene la pérdida de memoria…

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