Veinte mil leguas de viaje submarino. Verne, Julio

Tí­tulo: Veinte mil leguas de viaje submarino
Autor: Verne, Julio
Origen: siglo XIX, Parí­s.
Edición: RBA Coleccionables, 2009, Barcelona.
ISBN: 978-84-473-5572-3
Adquisición: Lo compré en un kiosko de prensa
Terminado de leer el 7 de noviembre de 2009
Mi referencia : 00039-A
Comentario: Todos los años caigo. Es llegar los primeros meses del curso, pasar por delante de un kiosko de prensa y quedarme embobado viendo las ofertas de esas extensas colecciones que nadie acaba y que ellas mismas acaban en los mercados de libro de ocasión. En este caso piqué y piqué dos veces. La colección tiene un doble encanto. Por una parte es una forma de recuperar esa literatura con la que nos hicimos hombrecitos. A veces más que recuperar es leer de primera mano esas historias de las que todos hablamos y cuyo nudo y desenlace conocemos de verlo en cine, en comics o en resúmenes más o menos afortunados.

El segundo encanto es el del objeto en sí­. El libro. Recueprando las encuadernaciones antiuga, las entradillas y los grabados de la época. Definitivamente se trata de una edicón muy cuidada.

Yendo a lo concreto el libro es a veces un tanto pesado de puro erudito. si uno no es un fiel amante de la oceanografí­a y especialmente de la taxonomí­a en lo que a especies marinas se refiere hay bastantes fragmentos que pueden, evidentemente ser obviados. Por lo demás es lo que es. Un buen relato de aventuras, con su intriga, sus suspense, sus personajes bien dibujados, solidamente construidos y, por encima de todo escrito con un realismo capaz de creer a pies puntillas que el Nautilus existió, que el Capitán Nemo navega aún hoy, convertido en inmortal por entre las ruinas de la atlántida, que existen, po r los canales bajo el canal de Suez, o por donde sea que quisiere.

Resumiendo, una buena ocasión para recuperar un clásico y pasar un buen rato.

1 comentario

  • María dice:

    Dices que es una colección que nadie acaba. Pues aquí­ tienes una persona que sí­ ha acabado la colección, por lo menos hasta donde la editorial dedujo que se terminaba la colección. La escusa: Una buena colección que mi hijo podrá leer y guardar cuando tenga más edad. La verdad: ¡Me encantan las tapas! tanto el diseño como las illustraciones del interior. La realidad: Ocupan la mitad de las estanterí­as, igual tenemos que cambiarnos de casa para poder seguir comprando libros. Aspiración: Una inversión para el futuro.
    Y además me encanta hojearlos….(Soy algo librópata)

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