Descubiertos

Publicado en Diario de Noticias de ílava el 13 de octubre de 2009

Vivimos momentos de zozobra sembrados de descubiertos. Descubiertos en los que se han quedado nuestras cuenticas de ahorrillos para mejor dejar cubierta la jubilación de sus gestores, que en todo caso, y caiga lo que caiga, buscan cubrirse de gloria con nuestra miseria. Descubiertos que se han quedado los de los trajes, las fiestas y hasta las pancartas de pago, sean o no del todo legales las coberturas especiales que sus comunicaciones han tenido últimamente. Los que no anduvimos listos hemos descubierto que se nos ha pasado el arroz y ya no estamos parcialmente cubiertos para cambiar el coche la cocina o el colchón. Cosas que tienen las ayudas a presupuesto fijo. Eso sí­, para que no todo sea negativo a pecho descubierto ganan nuestros equipos en céspedes y tarimas, cubiertas o descubiertas, que lo mismo da si de ganar se trata.

Hace unos siglos declaramos descubierto un continente por error tras poner el pie en una isla, y como la cosa tiene su mérito hasta pusimos la fecha a una calle y se celebran fiestas todos los años. También hemos descubierto que mientras unos interpretamos VG como Vitoria Gasteiz, otros lo interpretan como vándalos y gamberros, y así­ nos va: de cuarenta y tres en cuarenta y tres mil euros en cómodos plazos mensuales. Los de Abetxuko han descubierto que sea por fallo técnico, decisión humana o furibundo acceso de luto y solidaridad si se quedan sin tranví­a se quedan con parte de su fí­sico al descubierto. Concretamente con esa que sirve entre otras cosas para sentarse. Tienen ví­as pero nadie que las recorra. Ellos no tienen autobuses y quienes nos gobiernan, visto lo visto y según hemos descubierto no tienen tampoco planes de emergencia.

Hasta ciertos colectivos vinculados con el medio ambiente han descubierto que aquello de consejos vendo pero para mi no tengo aplicado a la polí­tica municipal viene a ser algo así­ como tu aconseja que yo gobierno y mientras tanto enví­o a mis nuevos agentes a que hagan una descubierta y vigilen que nadie robe baldosas, que luego se acaban y la obra sin hacer.

Eso sí­, entre tanto descubrimiento, andan muchos felices y algunos preocupados, y es que como según parece las ocurrencias ni gustan ni interesan vamos a tener que seguir los vitorianos andando por el centro de nuestra city a dato descubierto. Bueno, a Dato y a Plaza y hasta a San Prudencio, que por algo será el Santo meón. Pasearemos al aire libre y veremos el cielo de Gasteiz en dí­as que como hoy no invitan a casarse ni a embarcarse.

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