Hace años usábase este apelativo para hablar de Vitoria. Hoy podría uno tener la impresión de que ya no hay atenas ni en el nnorte ni en el sur ni en el este ni en el oeste. Más aún en semanas como esstas plagadas de cristianos y ronaldos, de ciclistas, bases, laterales, interiores y utilleros; de coches, motos y circuitos; de toros y vaquillas, de pañuelos y momenticos; de trajes y facturas; de cosas muchas que son como mucho… culturilla.
Pero no, Vitoria es diferente. Vitoria vuelve por donde solía con su Ateneo septentrional. Un día como ayer, a las 19:30 pasadas me fue imposible encontrar un hueco libre desde el que oir la seguramente interesante conferencia del señor Artola organizada por la comisión de álava de la Bascongada. Como la plaza de la que hablaba años ha el duo sacapuntas, la sala estaba abarrotá.
Así que sin más me encaminé a Villa Suso donde los integrantes del linchado equipo de Veleia, uno vez dicho ante el juez, querían decir también ante quien les quisiese oir su visión y su versión de las cosas. Pues bueno, aún a pesar de la hora y de lo denso de la explicación, a pesar del verano y las terrazas, a pesar de los pintxos, tintos y cañas, a pesar de todo ello, la sala estaba… abarrotá.
Son las cosas que tiene la cultura, que a veces resulta que hasta interesa…
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