Elogio del frentismo

No, no se trata de que vaya a animar a nadie a enfrentarse a nadie. Voy, como ya adelantaba el otro dí­a a animar a todos a demostrar que su frente mide más de dos dedos. O a intentarlo. Sigo diciendo que es lamentable el desprecio hacia las palabras y sus sentidos de que hace gala gran parte de la clase polí­tica, tanto sea en su manifestación activa, como en su manifestación pasivo-comentante, osea, los plumillas.

Que en cierto modo muchos de los problemas que tenemos los tenemos por no llamar a las cosas por su nombre, por no aceptarnos como somos, por no vendernos por lo que valemos, ni más ni menos. Si al final la gente no es tan tonta como parace. Cosa distinta es que le resulte más o menos cómodo segun vayan las estructuras y las coyunturas.

Veamos pues el que podráimos llamar “caso Lopez”.

El gobierno de López es legí­timo democráticamente. Mentira. Es legí­timo parlamentariamente. Y alguien me dirá… pues eso. Y yo diré pues no. Y por varias razones. Democracia es poder del pueblo.

Esto es más bien una oligocracia electiva. ¿Hubiese tenido Patxi Lopez los mismo votos si durante la campaña hubiese afirmado que su proyecto real era este? ¿no es posible que quedase algún ingénuo votante que confió en la palabra del señor López y le votó pensando que cumplirí­a lo que dijo en campaña? Ni lo sabemos ni podremos saberlo. El caso es que la decisión democrática de los que pudieron ejercerla fue la que fue, en las condiciones que fue y ha servido para lo que ha servido, para ver tanto ministro, periodista y demás cortesano como nunca se habí­a visto por aquí­. 

Esto es además una oligocracia selectivamente electiva. Si te portas bien puedes participar, y con la misma ley, exactamente la misma ley, si te portas mal no puedes participar. Dijo en cierta ocasión el ex alcalde Alfonso Alonso aquello de “hasta los niños de teta lo saben” y efectivamente, hasta los niños de teta llevamos sabiendo estos años que lo mismo daba EHAK, que ANV, que Gasteiz Izan, que lo que sea. La diferencia estriba en que hay quien piensa que todo es ETA y hay quien piensa que gracias a dios ETA no tiene 100.000 efectivos. Pero a lo que voy es que algunos han jugado a su antojo con este tema y el juego, por la pericia de unos y la torpeza, cabezonerí­a y hasta sumisión de otros ha terminado como ha terminado, con Lopez aprendiendo Euskara.

Que Lopez querí­a las llaves de Ajuria Enea a toda costa y como fuera. Que lo hubiera dicho, o que lo diga aún, pero que no se nos trate de dar la vuelta a la tortilla. No es el PNV el que debe ser responsable. Es más bien el PSE el que ha sido irresponsable por hacer lo que ha hecho en las circunstancias en las que lo ha hecho, y no vale ahora pedir generosidad y sopitas. Recuerdo cierta conversación con mi amigo Rafa en la que nos estuvimos riendo a la hora de incluir entre las palabras incompatibles (ya se sabe, aquello de inteligencia militar, etc.) la expresión generosidad polí­tica. La misma que ha demostrado el PSE es esperable que reciba.

Y ya por terminar por hoy y no aburrir demasiado con cosas que tiene mala arreglo. La otra gran mentira sobre todo este asunto es la obsesión de ligar democracia con alternancia. Vamos a ver, igual no era mal sistema de gobierno aquel en el que se estableciese un sistema de turnos y cada x tiempo mandasen distintos grupos dde ciudadanos, sin elecciones ni nada parecido. Cambiamos y ya está. La democrací­a, y volvemos al razonamiento del principio, es la capacidad del pueblo de gobernarse a si mismo, y esto incluye la capacidad de sentirse bien gobernado y querer seguir siendo gobernado en el mismo sentido. La alternancia se justifica cuando la gente quiere que se produzca, y me refiero a toda la gente del ámbito en el que se habla. No me refiero a la casta de polí­ticos y periodistas afines de algunas zonas del espectro ni, menos aún a los polí­ticos y periodistas de todo el espectro de allende las fronteras de esta humilde comunidad.