El amigo Eliseo

Ayer tuve ocasión de encontrarme con el amigo Eliseo. Charlamos de lo divino y de lo humano. Nos contamos un poco de cómo nos va la vida. Nos interesamos el uno por el otro. Nada sé de nuevo sobre Veleia. No soy su juez, soy su amigo, y esa es en parte la diferencia y en gran modo la enseñanza. No le interrogo. No se defiende. Ni tengo yo que defenderme, ni él que interrogarme. Simplemente hablamos y ya es bastante.

Recuerdo que cuando le pedí­ que me echase una mano para algunas cuestiones relacionadas con mi inmersión en periscopio, y más concretamente a la hora de elegir alguna frase, el me recomendó una que, en mi libre traducción y con mi debil memoria vení­a a decir algo así­ que a los verdaderos amigos se les descubre en las ocasiones adversas. Visto lo visto yo añadirí­a que con los enemigos pasa algo parecido.

El fiscal declaraba ayer que la dipu le habí­a entregado un material incompleto y desorganizado. A la dipu y a determinados medios de comunicación sin embargo les pareció suficiente no ya para cerrar una excavación, sino para condenar a una persona a la más injusta de las ignominias. Alguno de esos medios ayer rehusaron lógicamente hacerse eco de esa parte de las declaraciones del fiscal. Curioso.
Podrí­amos decir que el fiscal no entiende nada de arqueologí­a. ¿Pero puede alguien decirme quien de entre el gobierno foral entiende algo de arqueologí­a? ¿Puede alguien decirme quien entiende algo sobre el asunto entre los junteros? Ellos lo vieron claro. El fiscal no se como lo ve, pero claro no.

Y todos al alimón condenaron. Y todos al alimón crearon para la mitologí­a local un personaje más malvado que el propio sacamantecas. Alguien a quien parece que es peligroso saludar y hasta acercarse. Alguien cuya cercaní­a en una foto es suficiente como para que te excomulguen también. Alguien que, a fecha de hoy, bien podrí­a ir acumulando motivos para denunciar un claro caso de mobbing vital. Porque a veces parece que lo vital no es que siga existiendo, que bastante duro es, sino hasta incluso negar que haya existido. Muy medieval me parece todo esto, y más aún cuando la acusación procede mitad del ejecutivo mitad del legislativo mientras que el judicial dice que le falta información y le falta organización y le sobra la prisa que tení­an algunos. Prisa que no les ha impedido seguir su medieval caza de brujas. Prisa que han seguido demostrando a la hora de seguir cortando cabezas, anunciando a bombo y platillo espectaculares decisiones basadas en contundentes hechos que terminan convirtiéndose en traslados malintencionados y alevosos. Algo no habrá cuando el rí­o que tanto sonaba se quedó seco.

Mientras tanto, mi amigo Eliseo va descubriendo quienes son sus amigos y quienes se acercaron a él para sacarse fotos que hoy buscan con denuedo para quemar y destruir, como si fuesen stalins en busca de sus trostkys. Eso si. Sin oficio ni beneficio, con un futuro más que complicado en lo que a su campo vocacional se refiere, sigue vivo y feliz. sigue riendo como siempre, con una risa sagaz e inteligente, con una ironí­a fina y una personalidad peculiar, con sus aficiones y con su gente, acumulando con paciencia estoica las vivencias que la vida le ha proporcionado, pensando, creo yo, que todo ha sido un sueño, que la vida en si es un sueño, y que los sueños sueños son…

Cuando se fue, sólo me dio pena no haberle comentado la última cita histórica que parimos el otro dí­a entre mi amigo Pinttu y un servidor…

La tumba no es el agujero en el que caes, es del que no te levantas

Un saludo para todos los amigos…