A estas horas estaré desayunando en la ciudad de la luz. En la gélida según indican los pronósticos ciudad de la luz. Que más da. dos o tres días para pasear y sentirse viajero. Dos o tres días para contemplar rostros ajenos y observar, desde la trinchera de los veladores la vida diaria y cotidiana de terceros convertida en espectáculo inusual para primeros.
Algún museo, alguna exposición y mucho paseo, y mucho euro, para que nos vamos a engañar, es lo que suele tener lo bueno, que es caro.
En fin, que no me alargo más, que sirvan estas líneas para avisar que hasta el martes no estaré on-line, o sea que si enviais algún comenario o similar, el martes estaré encantado de leerlos.
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