Los grados

Es realmente curioso lo vulnerables que somos los humanos con esto de los grados. Y además en todos los sentidos. No superamos el grado, y nos convertimos en fracasados escolares. Nos lanzamos entonces a las armas organizadas y a la que te descuidas… te degradan. Empiezas a trabajar y sufres a menudo un trato degradante. te pasas de grados alcohólicos y acabas sin puntos, sin carné y si encima lias alguna convertido en carne de presidio.

Y de la temperatura que os voy a decir. Cuando sube nos asamos, sudamos y bajamos nuestro rendimiento laboral. Cuando baja se bloquean nuestras carreteras, aeropuertos, y se cierran nuestros puertos de montaña. Un caos, un desastre.

Pero los grados que a mi me han hundido esta semana son los de temperatura interior. No, no es que me haya dado un calentón visto lo visto estos dí­as. Es tan sólo que una inoportuna gripe me ha dejado como un guiñapo. Aunque eso si, mi mayor entretenimiento ha sido estos dí­as ver como los grados iban y vení­an diariamente en una cadencia rí­tmica regular, hasta casi predecible. Y es lo que tiene la cosa, apenas tres grados arriba y uno ni piensa ni siente ni padece. Es solo una masa carnosa sudorosa y trémula incapaz del más mí­nimo esfuerzo, vamos ni de trepar al teclado y decir… disculpadme unos dí­as que tengo el termóstato estropeado.

Pero bueno… como las crisis , también esta llega a su fin… Hoy recuperar, mañana ponerse al dí­a, y todo un año para trabajar…

Leave a Comment

Límite de tiempo se agote. Por favor, recargar el CAPTCHA por favor.