La actualidad

Hoy, como cualquier otro lunes, se podrí­a hablar de futbol, del fin de semana, de las fiestas de Pangua o de la romerí­a de San Formerio. Hoy, como cualquier otro dí­a, se podí­a hablar de la crisis bursatil, de las idas y venidas de sus í­ndices, de las idas sin venidas de los beneficios a los bolsillos de siempre y de ese tipo de cosas. Incluso se podrá un lunes como este haber dado un enfoque irónico al intento de correción genética por bombaterapia practicado contra la sede cromosómica de la Caja Vital.

Se podí­a también, poniéndonos más serios, haber hablado de las malas, oscuras y perversas intenciones que escondí­a el atentado de Ondárroa.

Todo eso podrí­a haberse pensado y hasta dejado escrito ayer por la noche para publicarlo hoy. Y que demonios, es lo que habrí­a que hacer una vez enviado un abrazo a la familia, compañeros y amigos de una persona que ha muerto sin venir a cuento esta noche, y de otras personas que han resultado heridas de mayor o menor gravedad en el mismo instante. Porque quienes lo han hecho se merecen cada dia con más fuerza la más rotunda indiferencia, la más salvaje condena a la inexistencia.

Hablar con ellos es inútil cuando no imposible. Hablar de ellos es darles la vida que no se merecen, y cuyo valor desconocen con la más absoluta ignorancia.

Los demás tendremos, como cada semana, que arrastrarnos con mejor o peor fortuna, con más o menos fuerzas por la empinada cuesta del lunes.

Leave a Comment

Límite de tiempo se agote. Por favor, recargar el CAPTCHA por favor.