El juego del ángel. Ruiz Zafón, Carlos

Tí­tulo: El juego del ángel
Autor: Ruiz Zafón, Carlos.
Origen: 2008, Los íngeles.
Edición: Planeta, 2008, Barcelona.
ISBN: 978-84-08-08118-0
Adquisición: Nos lo dejó la amiga Rebeca y ya nos lo hemos leido Esther y yo. Pensé que lo había devuelto pero ordenando mi biblioteca en 2015 lo entontré. Se lo dije a la dueña y me lo regaló. Yo le prometí un libro a cambio
Mi referencia : Como no es mí­o no tiene referencia… hasta que se la dí en 2015 y es el 411-B
Comentario: Terminado de leer el 16 de junio de 2008.

De cuando en vez es bueno dejar en la repisa ese sinquerer elitista, y ser capaz de coger entre las manos uno de estos superventas. Personalmente no habí­a leido la anterior obra de este autor, que ahora cae mal a todo el mundo por sus declaraciones, así­ que digamos que lo cogí­ sin demasiados prejuicios. Si acaso como suelen gustarme los provocadores, me intrigó un poco más la lectura del libro.

Si me preguntan por él diré que lo he leido con gusto, que lo he leido rápido, que me ha entretenido y que, técnicamente lo he visto bien cuidado. Si me lo pregunó yo mismo diré que hay varias cosas que me llaman la atención. La primera es puramente volumétrica. Y eso supongo yo que será más cosa de las editoriales que de los autores pero, con independencia del contenido en caracteres, últimamente parece que hay un tamaño estandar para un superventas. si el texto es más corto se pone letra más grande y punto. Lo bueno que tiene el asunto es que, además de ser muy cómodo de leer, uno se siente gratificado al ver como corre el marca páginas. Vamos, que en mi caso más de una vez me he pegado sentadas de más de cien páginas.

La segunda, ya referida al libro, es que quizás me parece que por momentos se le ha escapado de la mano al artista. El tema no es que sea original. Dirí­a casi que es un clásico entre grandes escritores contemporáneos hablar de gente que, en lo profesional son… escritores. Aquí­ además se funde lo esotérico, lo demoniaco, las referencias a lo oculto y a lo misterioso, la relación de la creación con la venta de almas, el barcelona de los años veinte, la violencia, el sexo, y sobre todo, un cierto dominante de sordidez, de torridez y un protagonista compulsivamente autodestructivo.

Recuerdo yo que uno de los consejos clásicos de manuales es lo que se llama… evitar que la imbecilidad del portagonosita sea el único medio de sostener la intriga. Aquí­ ocurre un par de veces. Pero en todo caso es perdonable. Para cuando pasa uno ya ha empezado a conocer bastante bien al protagonista, o al menos a una de sus facetas de realidad. Porque ese es el otro elemento constante de este relato, el juego entre sueño y realidad, entre lo vivido y lo percibido, lo supuesto y lo soñado.

El final se me antoja un tanto precipitado. Vamos, que podí­a haberse estirado un poco más. Pero también es cierto que el propio ritmo del relato en su conjunto obliga a esa aceleración previa al final, un final que cierra en el fondo el relato aunque como lector tengas la sensación de que te quedan muchos cabos sueltos. Es lo que tiene un manojo de cordones, que tiene muchos cabos y no es un ovillo. ¡Pero a veces son tan aburridos esos ovillos con un único principio y un solo fin!

El que quiera leerlo que lo haga. No perderá el tiempo, y el que quiera saber algo más sobre el libro o su autor puede seguir este enlace a la wikipedia.

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