Las sociedades públicas

Publicado en Diario de Noticias de ílava el 1 de abril de 2008 

Las sociedades públicas son realmente una fuente de contradicciones y cuestinoes extrañas. Vienen a ser organismos creados básica y fundamentalmente para permitir a la administración una gestión más “flexible” y más “eficiente” de ciertos servicios. Cuando decimos flexible y eficiente, en realidad, lo que estamos viniendo a reconocer es que la tramitación y contratación puramente pública es engorrosa y poco útil para la vida diaria. Cuando hablamos de gestión y todas esas cosas estamos en realidad hablando de las relaciones laborales, de la contratación de obras y servicios, vamos, de todo.

Por dejar de hablar de generalidades, para entendernos sociedades públicas son en Vitoria – Gasteiz, entre otras, las que gestionan el transporte urbano y el abastecimiento de agua. TUVISA y Amvisa. Tuvisa es en realidad un acrónimo, esto es una palabra construida a base de siglas. Transportes Urbanos de VItoria Sociedad Anónima. Y TUVISA acaba de saltar a los medios porque se ha denunciado que en una OPE (Oferta Pública de Empleo) se excluye a los extranjeros, incluso a aquellos que llevan tiempo trabajando en la empresa. Y eso es posiblemente muy grave.

Pero a mi lo que me llama la aatención son las contradicciones que oculta esta noticia. Un trabajador de una S.A. no es un funcionario. Es un trabajador. Los criterios de contratación por tanto corresponden en principio a la empresa, a su dirección, a su comité, y a la legislación que le sea aplicable. De forma y manera que lo primero chocante es que se invite a la gente a confundirse. Aquí­ no se está contratando funcionarios, se están asignando puestos de trabajo con su correspondiente contrato de trabajo.

Lo segundo es que hasta donde llegan mis noticias esta “OPE” se convoca en parte para convertir en fijos a los que no lo eran. Y volvemos a otra contradicción que nunca he llegado a entender. En la administración existe la figura del “interino” pero en la empresa no. Aquí­ existe en todo caso la del eventual, y para el plazo máximo de esa condición ya hay legislación suficiente.

En fin, que en el fondo, la contradicción en la que caen ambas partes es notoria. Para unas cosas unos quieren ser funcionarios y otros que sean trabajadores, y para otras al revés. Igual habí­a que aclarar primero el fondo del asunto, y si la gestión pública es ineficiente, buscar la forma de que lo sea, y si las relaciones laborales fuera de lo público son abusivas legislar para que no lo sean. Yo por comentarlo…

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