El porciento de la lechera

Uno de los abundantes guadianas que fluyen por esta ciudad de Gasteiz es el que todos conocemos como el 2% y al que llamaremos el porciento de la lechera. Así­ para entendernos, y sin pretender ser preciso en fechas, hace muchos, muchos años, el pleno de la corporación Gasteiztarra decidió que el 2% de los costes de urbanización se dedicasen a obras de creación artí­stica. Se da la coincidencia de que poco tiempo después comenzó lo que hoy por hoy, y de aquí­ a bastante tiempo, pasa por ser una de las mayores operaciones de urbanización en el municipio. Así­ que el porciento de la lechera iba creciendo y creciendo en el imaginario colectivo igual que crecí­a en el cuento el emporio de la lechera.

A menudo, y presos como estábamos de otras cuestiones de más fuste; auditorios, galerí­as ferroviarias, ví­ales con nombre de empresa siderúrgica, etc; la lechera caminaba sola y discreta mientras su cántaro iba creciendo, hasta que de repente, alguien fijaba sus ojos en ella y zas! Ahí­ tení­amos de nuevo el guadiana del porciento de la lechera.

Ahora estamos en un nuevo episodio emergente. Parecido a los demás si no fuese porque la actual titular del tema de la cultura ha reconocido, por primera vez en este proceso, lo que más de uno, ella incluida, sabí­a o al menos intuí­a desde hace tiempo. Que la carga de la lechera era más liviana de lo que pensábamos. Vamos, que no habí­a cuento, porque no habí­a leche y por tanto, no habí­a porciento que gastar.

Rotos en la calle quedaron entonces las cuatro grandes puertas de populares, las avenidas escultóricas de socialistas, los monumentos de nacionalistas y los sueños de grandezas y subsidios de los artistas locales. Se querí­a gastar de golpe lo que no se tení­a, y se debatí­a sobre quién habrí­a de pasar la factura para al final descubrir que ni hay factura ni hay nada de nada. Suelo sueños, que también es una forma de crear.

Hay cosas en las que todos deberí­amos haber sido menos lecheras. Las cantidades no estaban desembolsadas, y la urgencia en gastarlas no era perentoria. En su dí­a algunos apostamos por propuestas que contemplen el arte como una creación llamada a ser disfrutada. Buscamos soluciones que incluyesen la creación, pero que se enfocasen también a la educación en arte y cultura y al esfuerzo prolongado en el tiempo y el espacio frente a la concentración o dilapidación de recursos. Soluciones que creasen en la ciudad itinerarios con los que conocer el arte como un elemento vivo e integrado. Itinerarios con los que integrar la ciudad y fomentar el paseo extenso y formativo. Soluciones que pasasen por aprovechar los recursos financieros y administrarlos para no crear manchas aisladas en tiempo y espacio, sino fomentar el aumento de la masa crí­tica de los consumidores de arte y cultura en la ciudad, y con ello, el número de futuros creadores y su calidad. Soluciones que hoy valdrí­an para mejor negociar un desembolso no “traumático” de las cantidades comprometidas.

Mira por donde, este romperse el cántaro podrí­a ser un buen momento para reconstruir los sueños con más modestia, ero con más visión de ciudad, de cultura y por consiguiente, de futuro.

P.D.- (Allá por junio de 2005 escribí­ algo al respecto que luego colgué en este blog. Se llamaba Arte, Euros , Ciudad)

Si quieres leer más sobre el asunto puedes encontrar un buen artí­culo en Diario de Noticias

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