Lo siento, pero me gusta.

Se que posiblemente no sea muy ecológico. Puede que incluso parezca de pijos, pero he de reconocer que los deportes de motor me gustan. No he podido practicarlos, pero soy, desde hace tiempo un apasionado del sofa – motor, o sea, de ver carreras en la tele, sobre todo de motos. Cuando viví­a en Madrid tení­a ocasión de dar un paso más en mi actividad deportiva, y cada vez que tení­a ocasión cogí­a mi moto y me acercaba al Jarama a ver alguna carrera.

Desde que volví­ a Vitoria se acabó el directo y sigo con el sofá. Por eso digo que, la presente quien la presente, digan lo que digan los ecologistas, los agricultores los militares y hasta el obispo si tuviere la ocurrencia de terciar, la iniciativa de una ciudad del motor en Vitoria me parece buena. Tan buena que, en caso de no cuajar en la ubicación de Araca no deberí­a dejarse caer en el olvido. El Suroeste alavés ofrece terrenos abundantes y bien comunicados donde reubicarla.

Sé que no tendremos un circuito de formula 1. Pero es que tampoco se trata de eso. No se trata tanto de grandes carreras de un fin de semana, como de la actividad diaria que genera un circuito de estas caracterí­sticas. Entrenamientos, escuelas de conducción, pruebas para aficionados, ensayos, y todo ello sin tener, como hasta ahora, que desplazarse a Madrid, Barcelona, Pau o donde sea. Eso por no hablar de los tuneros que recorren las carreteras alavesas buscnado un tramo no vigilado donde jugarse el pellejo. que les hagan veladas con apuestas legalizadas, con los chaquetillas como en el frontón, gritando aquello de mil colorao.

En fin, que a mi me parece una buena iniciativa, una de esas que pueden hacerse en Vitoria mirando más allá del monumento a la batalla de Vitoria, más a lo lejos del tranví­a, que por cierto, bien podrí­a prolongarse hasta el circuito, ya puestos. Se trata de una infraestructura que darí­a servicio a todo la afición vasca, y más allá incluso, Cantabria, Burgos, Rioja… Así­ que lo dicho, ánimo, suerte y paciencia, que en estas cosas ya se sabe que tanta afición como hay al motor la hay a meter palitos en las ruedas…

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