Sensatez, por favor…

Me he quedado estupefacto al saber de las intenciones del nuevo equipo municipal, ni más ni menos que… en los terrenos que actualemente ocupa el parking de San Martí­n. Y ya no sé si pensar en que es una obsesión o un desprecio total a una gran mayorí­a de los gasteiztarras y de los que viviendo fuera de Gasteiz acudimos sino a diario si amenudo por motivos de trabajo, ocio, salud o simplemente porque nos apetece dejarnos el dinero, no todo por cierto en la capital.

Primero fue el de la plaza de toros, luego el de las universidades y ahora el de San Martí­n. Eso si, hacemos uno de pago en la Plaza amárica y todo arreglado. Y ponemos el ayuntamiento en San Martí­n, bien. ¿Y por qué no en la parcela que iba a ser para el auditorio que al final se va de viaje a Lakua? ¿Por qué no en Las Salesas como en su dí­a se propuso? ¿Por qué no terminamos primero el plan ese de movilidad y dejamos dí­a a dí­a de ir construyendo el de inmovilidad? Digo esto porque como no se solucione el tema de los aparcamientos GRATUITOS vamos a tener las zonas  fuera de OTA atascadas de vehí­culos que buscan inmovilizarse, pero que se encuentran inmovilizados y gastando combustible. Minimizar los tiempos de aparcamiento es también hacer polí­ticas sostenibles. Penalizar al conductor que no tiene más remedio que serlo con itinerarios tan lentos como absurdos, es económica, social y medio ambientalmente insostenible.

Y todo esto sin terminar de pensar en el uso del corredor ferroviario, poniendo las cosas al buen tun tun, ocupando espacios que para cuando queramos pensar lo que hacemos, ya nada quedará libre. Yo sigo soñando con ese boulevard sin tráfico rodado, que vaya desde Mercedes hasta Estarrona, con su carril bici-patí­n, con su tranví­a, con sus zonas administrativas, de negocios, de congresos, algo que como en cierta ocasión oí­ decir, suponga una de las mayores operaciones de renovación del centro de Vitoria desde aquel lejano ensanche, algo que hay que pensar y realizar. Pero tengo la impresión de que no lo podré ver, termine como termine, salvo desde mi coche mientras busco un sitio donde aparcar, más aún visto el gran interés con que Vitoria y su provincia se toman la dotación de trasporte público para todo el corredor del zadorra.