Presos de si mismos

Una de las cosas más graciosas que tiene la polí­tica es contemplar cómo cada uno va cayendo en sus propias ratoneras. Muy a menudo, y como ocurre en este y en otros territorios de la vida, el mayor y más eficaz enemigo de uno mismo es… uno mismo. Vamos, que se podrí­a reconstruir aquello de lí­brame de mis amigos que de mis enemigos ya me ocupo yo, con esto otro de no me dejes decir nada que mis enemigos lo harán peor.

Vivimos estos dí­as una de las más agitadas negociaciones para constituir el gobierno foral de las que se pueden recordar, y eso que otras ha habido que fueron también curiosas. Pero lo que hace a esta diferente es la conjunción de errores en primera persona que dificultan hasta lo indecible la relación en segunda y tercera del plural. Tal es así­ que a fecha de hoy todas las quinielas están abiertas, y a la vez todas cerradas.

Los socialistas son presos de si mismos, y están ahora atascados en estos lodos que vienen de aquellos polvos que con tanto denuedo esparcieron por doquier. Tanto empeño en poner rabo, cuernos y tridente al nacionalismo democrático, en compañia y sintoní­a del PP, y claro, a ver como explican ahora que son fuerzas democráticas, que son además parte imprescindible de este paí­s, y hasta de Araba también, y que no hay pecado ni maldición en pactar con ellos. Ni aquí­ ni en Navarra. Tngo claro que hace tiempo deberí­an haberse puesto a recuperar esa sintoní­a antifranquista que nos hací­a ir de la mano en muchas demandas democráticas. Pero hace años de esto.

El PP alavés, aún siendo de los menos caverní­colas de los PPs que circulan por el estado, es también preso de si mismo, de su jerarquí­a y de sus estrategias nacionales. Tengo la impresión, aunque igual es más un deseo que otra cosa, de que si tuviesen la autonomí­a suficiente andarí­an por otros derroteros. Y además la tengo, porque aparte del convencimiento la propia terquedad de los resultados invitan a replantearse ciertas cosas.

El PNV ve como se desmorona su visión mexicana de la polí­tica. Entiéndase que lo digo por aquello de las similitudes con el PRI, no por otra cosa. Entiéndase también que lo digo por esa vocación de gobernar por encima de todo y a toda costa y toda la vida. Nadie puede negar a EAJ lo que ha sido y lo que es. Pero a fecha de hoy, es él mismo su primer enemigo. Tanto por la dificultad creciente que le plantea disimular sus problemas internos, como por haber conseguido lo que solo consiguen los grandes, que ya sea por rencor, por envidia o incluso por legí­tima aspiración de cambio, tenga muchos aliados pero pocos amigos.

Los pezqueñines, EA, EB y Aralar, tienen también lo suyo. EA sigue sin cerrar un proceso interno que dura ya demasiado tiempo y cuyas consecuencias más visibles son cierta sensacií²n de descontrol. Por otra parte, ese debate interno se traduce también en una cierta esquizofrenia a la hora de relacionarse a su izquierda y a su derecha, y a la hora de dar el salto a operaciones “trasversales” más acordes con su identidad socialdemócrata o mantener otras más relacionadas con sus aspiraciones nacionales. En lo que se refiere a su relación con EAJ, puede que sirva también aquello que deciamos del rabo los cuernos y el tridente. Es fácil ponerlos pero mucho más dificil quitarlos.

EB y Aralar son grupúsculos en busca de poder. Sé que se enfadarán pero es así­, y de hecho tienen más poder del que a veces son capaces de asimilar. Y ahí­ están también los resultados, dinamitando puentes en unos sitios, torpedeando otros naví­os y subiéndose al palo mayor en otros para evitar ser los primeros en ahogarse. De los otros, como es evidente que son presos, de si mismos y de otros, pues nada, que ánimo y a salir de sus cárceles, de las fí­sicas y de las mentales, tampoco me dan para mucho más.

En fin, que con todos estos mimbres, a ver quien es el bonito que hace el cesto. Lo que está claro es que nos tiene que acoger a todos, y si no seguiremos a vueltas con el cesto, los mimbres y hasta con los huevos.

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