Los pobres…

Diario de campaña vista con buenos ojos. Dí­a 12.

Hay situaciones que provocan un auténtico marasmo de sentimientos, sensaciones y a veces hasta reacciones. Cuando esto ocurre, resulta además que muchas de ellas son contradictorias y a veces incluso incompatibles. El diseño de campaña del colectivo abertzale radical o radicalizado, o auto radicalizado es sin duda una de ellas.

Hemos pasado de referirnos a ellos como los pobres chicos que no se pueden presentar a verlos como una mosca cojonera que se empeña, dí­a tras dí­a en demostrarse a si misma y al resto que están donde están porque son como son.

Este juego de doble cara cada vez se sostiene más malamente, le fallan más patas cada dí­a. Ni la ética, ni la estrategia, ni la coherencia, ni la polí­tica, ni tan siquiera el sentido del humor pueden sustentar esa combinación perversa de postulados polí­ticos beatí­ficos y prácticas callejeras sicilianas.

Y es que a fuerza de buscar enemigos, uno acaba por tener que reforzar los que tiene o crearlos nuevos. Puede que porque los necesite, puede simplemente que porque se es incapaz de buscar al enemigo deonde realmente se encuentra, dentro de casa. Y es curioso, porque siempre que se hace una reflexión de este tipo, resulta que suele ser aplicable a más de uno que, aunque aparecen lejanos, coinciden sin embargo en una cosa, están en los extremos.

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