Diario de campaña visto con buenos ojos. Día 3
Publicado en Diario de Noticias de ílava el 19/05/2007
Lo bueno que tiene una campaña para las municipales es que es local. Lo malo es que no es una campaña, sino un ciento de ellas. En cualquier caso, y en cuanto uno se aleja de los núcleos de población grandes, la política en su expresión más popular adquiere sin duda alguna un sentido mucho más humano.
Lo que en las grandes localidades es marketing, en las peqeuñas es charla oreja a oreja. En las grandes ciudadades los partidos que apoyan a los candidatos se lo gastan en anuncios en prensa, cuñas de radio, furgonetas ,globos y demás parafernalia. Eso sí, los ciudadanos en gran parte asisten entre perplejos y aburridos al despliegue, y se guardan la verdad de sus intenciones para la macro encuesta del 27.
En nuestros pequeños pueblos, y de eso en ílava tenemos mucho, apenas hay carteles, las furgonetas llegan un día o dos a lo largo de la campaña y los candidatos de mayor peso, junto con los líderes políticos pasan por los pueblos al estilo del Bienvenido Mr Marshall de Berlanga. Y sin embargo, en los pueblos la campaña es mucho más intensa.
Uno puede estar en el bar, hablamos de sitios donde hay uno dos o a lo sumo tres bares, y ver como en un rincón uno de los candidatos les come la oreja a unos paisanos, mientras que a apenas unos metros, es otro candidato el que hace lo propio con otros paisanos, y a veces hasta miembros de tres candidaturas simultanean su labor en apenas 30 metros cuadrados.
Aquí, como ya decía, se gasta poco en prensa y mucho en vino. Pero eso sí, el que diga que la cuestión no interesa es que o no vive o no sale de su casa, porque los demás, desde el primero hasta el último estamos queramos o no, en campaña.Â
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