Publicado en Diario de Noticias de ílava el 23 de Abril de 2007Â
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Es raro el año en el que no se genera tensión a cuenta de la apertura o no de las compuertas del pantano de Ulibarri Gamboa, y este ha tocado. Finalmente las consecuencias no han sido catastróficas, pero si que han dejado bajo el agua más de una hectárea del “solar alavés”. La cuestión se plantea a veces como una pugna entre Bilbao y Vitoria, pero en realidad entiendo yo que se trata más bien de una pugna entre facturar o asegurar, y me explico.
El problema básico del pantano es que son dos. El de Ullibarri y el de Villareal, y ambos están conectados. Son además pantanos que no se pensaron como fuente de abastecimiento de agua, sino como fuente de abastecimiento de electricidad.
AÂ tal efecto, el que almacena mayor volumen de agua, el de Ullibarri, sirve como reserva para el que da origen al salto de agua, el de Villarreal. Desde aquí salen dos conducciones que bajan el agua hasta Barazar, donde mueve unas turbinas que generan una buena cantidad de electricidad. Por estas tuberías cae la friolera de 30 metros cúbicos por segundo, por lo que el pantano de Villarreal acostumbra a bajar de nivel con cierta rapidez.
Empieza entonces a llenarse con el agua que procede del de Ullibarri, y aquí empiezan los problemas, porque la conexión que une ambos pantanos apenas puede conducir entre 6 y 9 metros cúbicos por segundo, con lo que el pantano de ullibarri permanece alto mientras que el de Villarreal se queda bajo.
La curva de garantía y por ende la decisión de desembalsar o no se calcula en base a los dos pantanos, no a cada uno de ellos. El agua que cae por los aliviaderos de Ullibarri nunca lo hará por las turbinas de Barazar, es agua perdida y en buena lógica económica se intenta que así no sea, y luego pasa lo que pasa.
Hace tiempo los representanates del PNV en Amvisa plantearon la posibilidad de aumentar el caudal de la conexión entre ambos pantanos, pero la propuesta se desestimó. Era muy caro construir los poco más de 3 kilómetros de conducción, y además un sesudo estudio garantizaba que la probabilidad de inundaciones era remota. No tanto, si vemos lo sucedido.
Personalmente creo que hay una evolución de esa solución que merecería al menos ser tenida en cuenta, aunque fuese para desestimarla. Se trataría de algo tan simple como aumentar el caudal de conexión entre ambos pantanos y ponerle, para entendernos, un grifo. Cuando el desnivel entre ambos pantanos sea suficiente, se pasa el agua de golpe y se turbina. Los ingresos de esa producción eléctrica podrían amortizar en un medio o largo plazo la inversión realizada. Por otra parte, estaríamos incrementando la producción de las turbinas de Barazar, al evitar la necesidad de perder agua por Ullibarri, y permitir su caida por Barazar. Por último, aunque sea lo primero, evitaríamos, no siempre, ya lo sé, alguna que otra improbable inundación, y eso sí, al reducir el factor de riesgo, es más que posible que redujésemos también el nivel de tensión entre todos los agentes afectados.
Ahora que es tiempo de proyectos, no estaría mal que alguno se lo plantease.
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