Vuelve Montesquieu

No es una afirmación, es una súplica, un deseo. Porque hay dí­as en los que oye uno cosas que le ponen los pelos de punta. Y esque escuchar a un destacado polí­tico vasco, destacado no se sabe muy bien a cuenta de que méritos, pero destacado a fin de cuentas, oirle afirmar sin torcer el gesto ni vacilar el verbo, que no entra a valorar el tema de la declaración de Ibarretxe “porque no es papel de los partidos enfrentarnos a un poder independiente del Estado de derecho” invita a considerar diversas opciones, una vez más.

Puede ser que Patxi Lopez no se entere de nada, no sepa que es vox pópuli y vox prensi tambí­en que el juez instructor que está empecinado en llevar a un lehendakari al juzgado fue “nombrado por el PP”. Puede que su problema sea la mala memoria, y no recuerde que por causa similar él mismo ha salido de rositas, lo que choca con algo que creo recordar que se llama estado de derecho, y con uno de sus pilares fundamentales que se llama igualdad ante la ley. Puede incluso que de repente resulte que ignore los procedimientos de nombramiento de las altas judicaturas, y de ahí­ para abajo más de lo mismo. Puede y hasta casi espero que sea así­. Porque en otro caso, nos tendrí­amos que plantear hipótesis más tenebrosas.

¿Pensará quizás que los ciudadanos, y hasta las ciudadanas, somos los que no nos enteramos, tenemos amnesia y somos ignorantes en general? ¿Creerá que el dominio de la palabra, la pertenencia a la élite polí­tica habilita para la mentira? ¿Será quizás tan sibilino que a tamañas acusaciones responda diciendo que no ha mentido?

Esta última alternativa, vista la literalidad del texto, resulta la más plausible. Visto lo visto en este y en otros casos, efectivamente “no es papel de los partidos enfrentarnos a un poder independiente del Estado de derecho”, no el papel es intentar controlarlos para tener menos problemas propios y crear más problemas ajenos. Lo único que ocurre es que en ese caso sobra lo de “independiente” aplicado al poder judicial. Y si el poder judicial no es independiente, cosa que cualquier mente lúcida y relativamente informada no discute, algo muy serio falla en eso que a continuación se llama estado de derecho. Haciendo un juego de palabras estamos pasando de un estado de derecho público a otro de derecho privado, eso sí­, pagado con fondos públicos. Y eso es también curioso, dedicamos una parte de nuestros impuestos a que nos revienten la vida.

En fin, que como pedí­a al principio, vuelve Montesquieu, vuelve y pon orden en este esperpento de sistema, aunque igual antes deberí­as de afiliarte a algún partido, más que nada porque si no estás en ninguno es posible que seas muy feliz, pero en esto de la judicatura y los poderes no creo que llegues a nada.

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