Llevo tiempo oyendo en Radio euskadi una cuña que publicita, se supone que con ánimo de incentivar la visita, una exposición temporal que se celebra en el Museo de Bellas Artes de Bilbao.
Se trata de un museo que alberga una muy buena y completa colección, planteada con muy buen criterio, extensa en lo cronológico y cuidadda en lo estilístico. Una colección cosmopolita y con una clara vocación artística que convierte a este museo no demasiado reconocido en una de las grandes pinacotecas del estado.
Por eso me resulta aún más abominable la cuña a la que hacía referencia. Ignoro de quien ha salido la idea, pero es de esas cuñas que atentan forntalmente cobntra lo que deberían anunciar. Porque anunciar la exposición de un pintor como Eduardo Zamacois, muerto prematuramente, nacido en Bilbao, pero formado en Madrid y París, con lo que asemeja una conversación de sociedad entre dos damas que recorren el bilbaino abolengo del chaval, y que termina con el curioso eslogan de “de Bilbao de toda la vida”, es, por decir solo unas cuantas cosas, provinciano y chabacano.
Luego nos quejamos de lo que tenemos, pero si no somos capaces de venderlo de otra forma mal vamos. Porque si hay algo que aspira a la universalidad es el arte, y si creemos que la mejor forma de promocionarlo es invocando el orgullo provinciano, pues sinceramente, apaga y vamonos.
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